Se dice educar, no cuidar. Qué pasa con la primera infancia.
El Centro de Formación y Estudios del INAU (Cenfores) comprende tres formaciones de carácter público: Formación Permanente, Formación Básica y Tecnicatura en Primera Infancia. Actualmente dos de estas formaciones están en riesgo, las mismas son las únicas formaciones públicas desde su origen con especificidad en Primera Infancia de 0 a 3 años, reconocidas por el Ministerio de Educación y Cultura, y valoradas a la hora de trabajar en instituciones educativas públicas y privadas.
La Formación Básica existe desde el año 2000, actualmente está estructurada en cursos y apunta a trabajadoras/es que ya desempeñan su rol como educadoras/es sin estudios formales en Primera Infancia, con el fin de profesionalizar la práctica laboral desde un rol educativo. Históricamente no era un requisito tener formación específica en el área para trabajar en centros educativos de primera infancia; a medida que hubo un cambio de paradigma en torno a la atención a la infancia se desarrolló y fomentó la profesionalización del sector. Es importante destacar que hay una descentralización de esta formación, dado que se cursa en todo el Uruguay. A través de un censo realizado por las y los docentes de Cenfores, se ha llegado a la cifra aproximada de 800 estudiantes a la espera de continuar sus cursos en la formación básica, distribuidas/os en distintos departamentos del país como Canelones, Lavalleja, Colonia, Montevideo, Rivera, Salto, Cerro Largo, Soriano, Mercedes, Paysandú, Tacuarembó, Treinta y Tres, y Rocha. Desde Cenfores no se han dado respuestas claras sobre cómo ni cuándo continuará la formación.
La Tecnicatura en Primera Infancia surge en el año 2012, es una formación terciaria teórico-práctica de dos años de duración, a la que se ingresa mediante sorteo debido al limitado número de cupos disponibles para cursar la misma. Esta formación se cursa únicamente en el departamento de Montevideo. Desde finales del año 2020 a inicios del 2021 Cenfores como institución educativa atravesó un cambio de autoridades. Así mismo, también durante el período de transición de una gestión a la otra, se produjo un cese de contratos a funcionarios/as y docentes de la institución. Esto tuvo consecuencias negativas tanto en la formación básica como en la tecnicatura. Por un lado, en la tecnicatura provocó un atraso de un mes en el inicio curricular de las asignaturas teóricas, lo que no fue notificado en tiempo y forma a las/os estudiantes que se encontraban a la espera del comienzo de clases. Al mismo tiempo, se han visto afectadas las prácticas desde el inicio de la pandemia en 2020, prolongándose durante 2021, no habiéndose buscado alternativas para su cursado, lo que generó un atraso en el cursado de la asignatura Taller de la Práctica. Esto ocasionó que hayan compañeras/os que no están pudiendo terminar la carrera debido a esta materia, sobre la que tampoco hay información clara de cómo ni cuándo continuará. El Centro de Estudiantes presentó alternativas basadas en la adecuación de la práctica a la pandemia, que se ha dado en otras carreras como en la de Maestra en Primera infancia, que está en el ámbito de Magisterio, pero han sido rechazadas en menos de 24hs por parte de la dirección de Cenfores, sin presentar alternativas.
Sentimos una profunda preocupación en vista de la falta de voluntad en la proyección de los cursos de la Formación Básica y de las prácticas de la Tecnicatura por parte de las autoridades competentes.
La educación para la primera infancia debe ser prioridad, es de conocimiento la importancia que la tarea educativa supone a este período vital. Dada la situación de emergencia económico-socio-sanitaria por la que está transitando la población uruguaya, es necesario redoblar las apuestas en el ámbito educativo, pero como se deja en evidencia en esta declaración, lo que sucede es todo lo contrario. El Estado no sólo no está incrementando los recursos para hacerse cargo de la situación de las infancias, sino que los está recortando y gestionando para la desidia. Para que los centros educativos destinados a la primera infancia puedan llevar adelante una tarea seria, comprometida, responsable y de calidad es necesario que las condiciones estén aseguradas por parte del Estado. Estas condiciones consisten en un presupuesto adecuado y la formación de las trabajadoras y los trabajadores que desempeñarán su rol en esas instituciones desde una perspectiva de derechos de la infancia y derechos humanos.
Como estudiantes y trabajadoras/es del sector nos mantenemos en vilo en defensa de la formación de educadoras/es de primera infancia como un derecho a ser garantizado de manera pública.
“Ser educador es realmente un compromiso simultáneo entre la realidad cargada de problemas y un ideal poblado de esperanzas”. (Miguel Soler)
¡Nos comprometimos a construir soluciones y fuimos ignoradas, ahora denunciamos la mala gestión y exigimos respuestas concretas!
CEEPIC (Centro de Estudiantes de Educación en Primera Infancia de CENFORES)
#LaSubversiva contrainformación
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